Es difícil explicar con palabras la que ha sido la oportunidad más bonita de mi vida. Desde que México sucedió escucho rancheras, lloro por la calle y me baila el corazón de tanta nostalgia. Qué locura, me decían, sola y allí. CUIDADO. No te fíes de nadie, no te lleves una cámara buena, utiliza ropa vieja .. y un millón de etcéteras más. El caso es que llegué y me enamoré. Me enamoré en el trayecto del aeropuerto de DF a Querétaro. No llevaba ni 10 minutos y hasta el aire me parecía un regalo. Todo era color, sonrisas y un cariño que no sabría explicaros. Había belleza y vida en sus calles, en las manos, en los puestos, en el acento. Que antes de llegar, ya quise quedarme. Que después de estar allí creo que de existir otras vidas, yo fui mexicana. Y cuando me preguntan por este viaje tengo la sensación de que por mucho que cuente, por mucho que intente explicar, hay que estar allí para vivirlo. Hay que verse sola y que sean tantas las personas que hacen lo imposible por ayudarte, por hacerte sentir en casa, por cuidarte, por "apapacharte" fuerte. Que en dos semanas viví cosas que no me llegarían siete lunas para contaros. Que una familia me cuidó como nadie, que una mamá y una hija se pidieron el día libre para llevarme a Bernal y Tequisquiapan. Que fue allí donde entramos en la tienda más bonita de la historia y nos volvimos locas buscando cosas para mi abuela. ¿Qué le gustaba a tu abuelita? - me decían. Y a mi por un lado se me partía el alma y por otro volvía a ser la niña más feliz e ilusionada del mundo buscando regalos para ella. Porque sí, porque en México cuidan a los que no están con un amor que abruma. Les crean altares chiquititos llenos de color, llenos de todas esas cositas que a ellos le gustaban. El caso es que escribo esto y lloro. Que jamás sabré agradecer todo el cariño con el que me han tratado. Desde Querétaro hasta Puebla pasando por DF y los Pueblos Mágicos. Allí lloré de felicidad, de felicidad de la buena. Que volé sin miedo, a solas y me volví enamorada, ilusionada y con una familia que ya es mía. Una familia que dos meses más tarde voló hasta Coruña sólo por un día. Que todo lo allí vivido ha sido demasiado grande. Que en México me lo dieron todo a cambio de nada. Que pienso en todos los que dieron sentido a este viaje y quiero quedarme a vivir.

GRACIAS a la Abuelita de Emi, a Miriam y Dulce, a Paloma y Roberta, a Yare y Marieli. GRACIAS a Óscar, a Emilia y a sus papás por la oportunidad, por la experiencia y porque gracias a ellos, volví a ser niña un septiembre de 2017.

Esto es para vosotros:

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CADA TIC-TAC ES UN SEGUNDO DE LA VIDA QUE PASA, HUYE, Y NO SE REPITE. Y HAY EN ELLA TANTA INTENSIDAD, TANTO INTERÉS, QUE EL PROBLEMA ES SÓLO SABERLA VIVIR. QUE CADA UNO RESUELVA COMO PUEDA.

FRIDA KAHLO

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¿Y PREGUNTAS SI LE TEMO A LA MUERTE? AMOR, TÉMELE A UNA VIDA NO VIVIDA. 


FRIDA KAHLO